
3 pasos para tratar la blefaritis en los ojos sensibles
Tratamiento para la blefaritis
La blefaritis es una afección periocular crónica o permanente. Esto significa que no existe una cura definitiva para ella, pero sí un tratamiento que permite controlarla. Sin embargo, para obtener unos buenos resultados y lograr mantener tus síntomas a raya, tendrás que ser constante y cumplir correctamente una serie de medidas terapéuticas.
Los pilares fundamentales del tratamiento de la blefaritis son:
- Cumplimiento de las medidas higiénicas.
- Aplicación de compresas calientes.
- Masaje de los párpados.
Sigue estas medidas higiénicas
Para el tratamiento de la blefaritis es esencial que sigas escrupulosamente una serie de medidas higiénicas destinadas al cuidado de los párpados:
Aplícate compresas calientes
Una técnica tan sencilla como la aplicación de compresas calientes sobre tus párpados es otro de los pilares del tratamiento de la blefaritis. Para ello, procede del siguiente modo: dobla varias veces una gasa limpia, colócala debajo del grifo del agua caliente o caliéntala con una plancha o secador y, cuando haya alcanzado la temperatura adecuada (no es necesario que esté muy caliente, solo algo más que la temperatura corporal), aplícala sobre tus párpados cerrados.
Realiza esta maniobra por las mañanas, al acostarte o incluso durante el día, si lo consideras necesario. De esta manera, lograrás que el calor que se transmite a la grasa que contienen las glándulas de Meibomio la haga más fluida y esto facilitará su salida al exterior.
La aplicación de compresas calientes es el paso previo para el siguiente punto del tratamiento de la blefaritis: el masaje de los párpados.
Masajea tus párpados
El simple parpadeo espontáneo es importante, ya que ejerce una presión suficiente para que la grasa de las glándulas de Meibomio se conduzca hasta el borde libre del párpado. Por tanto, puedes repetir un simple parpadeo forzado varias veces al día como medida de higiene.
La técnica de masaje de los párpados es variable. El método más sencillo es hacerlo con el pulpejo de los dedos del siguiente modo:
Ejerce una presión moderada sobre los párpados, sin llegar a sentir dolor en ningún momento, pero la suficiente para que llegue a las glándulas de Meibomio. A veces, al realizar estos masajes, observarás cómo aparece la grasa en los orificios de estas glándulas.
Si sigues estas sencillas pautas y eres constante, lograrás mantener tu blefaritis bajo control y prevenir las recurrencias.